Tras una breve introducción acerca de las relaciones, con frecuencia difíciles y conflictivas, que Friedrich Nietzsche mantuvo con su profesión de filólogo clásico y con muchos de sus representantes, el presente trabajo se centra en la tres contribuciones sin duda más significativas del filólogo y pensador a los estudios homéricos: 1) la lección inaugural de la cátedra de Basilea, Homero y la filología clásica (1869); 2) el estudio sobre el manuscrito florentino del «Certamen de Homero y Hesíodo», publicado en dos entregas (1870 y 1873) en el Rheinisches Museum für Philologie, y 3) el brillante apunte de 1872 acerca de «El agôn en Homero». Se dedica un extenso análisis a la parte central del primero de estos textos, con el propósito de comprender mejor ciertos pasajes largamente discutidos. También se destacan algunos elementos de continuidad entre los trabajos juveniles y el despliegue posterior del pensamiento de Nietzsche.
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