La realidad es que ningún jurista y menos todavía los que tienen que intervenir (Notarios y Registradores), verdaderamente cualificados, entienden la Reforma que contiene la Ley 4/2013, sobre el régimen de propiedad horizontal. Así se expone con claridad en el trabajo publicado en esta misma Revista por un cualificado Notario, citado al principio y que ha dado origen a los presentes comentarios.
Se pretende por el legislador que salgan al mercado muchos pisos en alquiler y seguramente así ocurrirá, pero es triste tener que recomendar a unos y otros (arrendador y arrendatario) que no inscriban el contrato en el Registro, sin perjuicio de casos concretos como ocurre ahora, que ya cabe la inscripción en virtud del Real Decreto 297/1996, de 23 de febrero, toda vez que, como se explica en el texto, casi todas las viviendas tienen alguna carga preferente, con lo cual el arrendatario está absolutamente indefenso a la vista del contenido del art. 13 de la LPH reformada. Y en el supuesto, muy improbable, que la casa estuviera libre de cargas es al arrendador a quien no le interesa para evitar una negativa de concesión de créditos o préstamos en el futuro.
Y, por último, la incomprensible redacción y contenido del art. 27.4, el cual tiene absolutamente perplejos a todos y, lo que es peor, a los Registradores, que no saben como actuar y cual será las consecuencias de su intervención, pues desde luego es evidente que carecen de potestad para conseguir el lanzamiento del arrendatario, supuestamente deudor.
Solo hay una buena cosa y es que esta nueva normativa solo es aplicable a los contratos posteriores al 6 de junio del año 2013. Menos mal.
The truth is that no jurist, let alone those who, being highly qualified, have to take part in it (Notaries Public and Registrars), understands the Amendment included in Act 4/2013 on units of ownership in apartment blocks. This is clearly introduced in the piece of work that has sparked off the present comments, an article published by this Journal and written by a qualified Notary Public whose name is mentioned at the beginning of this, my own work.
The aim of the lawmaker is to introduce a large amount of rented apartments in the market, and this will certainly happen. However, it is very sad to have to advise both parties (lessor and lessee) not to enter the contract in the Registry, without prejudice to specific cases, as it happens right now, that the entry pursuant to Royal Decree 297/1996 of February 23rd is already possible. Considering that, following the article, as most dwellings have preferential encumbrances, contents of Section 12 of the amended Act on units of ownership in apartment blocks leave the lessee completely unprotected. On the other hand, in the unlikely event that the property is unencumbered, it is the lessor who should not take the advice: it might mean credit and loan’s applications rejected in the future.
Lastly, the ambiguous wording and content of Section 27.4 baffles us all, even Registrars, who do not know how to act or what consequences their participation will have; for what is clear is that they lack the authority to evict the lessee and alleged debtor.
There is only one good side to it: this new regulation applies solely to contracts signed after June 6th, 2013; thank goodness.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados