Resumen de Viejo, pero sobradamente transgresor: Adolfo Domínguez cuenta, históricamente con un punto de vista muy personal y su estrategia publicitaria, que firma china, está en clara consonancia
Las reuniones entre agencia y anunciante son espacios de diálogo abierto en que los temas que pueden ir desde la astrología a la literatura pasando por el cine. Las ideas, según cuentan ambas partes, fluyen a golpe de instinto, no se doman ni se convierten en una presentación, y de ahí surgen conceptos como racionalidad, sentido común o atemporalidad, poco habituales en las campañas de moda, más tendentes al lenguaje hiperbólico y seductor. En estas conversaciones tiene mucho peso entender la posición de Adolfo Domínguez, un tanto desdibujada entre el fenómeno de la fast fashion y el lujo absoluto. La conexión se produce a medio camino entre la coherencia y la forma de pensar de los más mayores. Y la palabra viejo aparece para marcar la diferencia. Detrás de este término, poco usado por la profesión, hay un éxito ya conocido que les ha valido diferentes premios y sobre el que Anuncios ha charlado con Adriana Domínguez, CEO de la compañía, Rafa Antón, socio fundador y CEO de China, y Miguel Angel Dúo, director creativo de la agencia.
