En este artículo se plantea que las novelas Los cachorros y La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa ponen en evidencia un modelo de masculinidad y toda una serie de valores relacionados con ese patrón. Ambas novelas, escritas e inspiradas en la juventud de su autor, tienen, según la autora, la virtud de mostrar los procedimientos represores de los sistemas de educación más pujantes en América Latina durante el siglo pasado: la Iglesia y el ejército. El artículo analiza con detenimiento dichos valores basándose en los rasgos psicológicos de los personajes, en su ambiente familiar, su relación con los padres, sus amigos y sus círculos sociales, el ideal de físico y de comportamiento que persiguen, las actitudes que rechazan, sin olvidar, por supuesto, la sexualidad y su relación con las mujeres.
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