Introducción: La espasticidad aparece en el contexto de lesiones del sistema nervioso central. Sólo debe ser tratada si interfiere con la función del paciente, y para ello hay múltiples opciones terapéuticas.
El problema que presentan la mayoría de los fármacos es la escasa acción a nivel cerebral y el alto índice de efectos secundarios, pero esto no ocurre con la tizanidina, que se presenta como una opción muy útil para tratar la espasticidad de cualquier origen.
Material y métodos: Se han recogido 32 pacientes espásticos tratados con tizanidina; la etiología era ictus en el 75 % de los casos, y el tiempo de evolución desde el origen de la lesión hasta la administración de tizanidina era mayor de 3 meses.
Se recogen las características de los pacientes, tratamiento con otros medios (baclofeno, toxina botulínica, ortesis), y se analiza la evolución mediante las escalas de Ashworth y de Medida de la Independencia Funcional (MIF).
Resultados: El 68 % de los pacientes experimentó una mejoría franca en cuanto al tono y a la realización de las actividades de la vida diaria. Un 25 % precisó otros tratamientos (toxina botulínica) para lograr estos efectos.
Conclusiones: La tizanidina puede ser una alternativa terapéutica fiable en la espasticidad de origen cerebral (ictus).
Palabras clave: Espasticidad. Tizanidina. Tolerancia.
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