La creación de valor es el elemento fundamental de crecimiento futuro en las empresas. Para una continuada y creciente adición de valor, las empresas deben movilizar todos sus recursos y capacidades, en adecuada coordinación, buscando resultados excelentes.
El presente trabajo esta referido a como el desarrollo de autoevaluaciones puede ser efectivo en la localización de recursos y capacidades, y en su traducción a resultados, constituyendo una potente herramienta de diagnostico para todo tipo de empresas (por tamaño, o desde un punto de vista sectorial) dada su versatilidad, y contando con las adecuadas adaptaciones.
La "orientación a los procesos" constituye el punto de partida para el método de autoevaluación propuesto, propugnándose la utilización de la "cadena de valor" (debida a M. Porter) para la identificación de todas las actividades de valor en la empresa, y de los enlaces entre las mismas, bien sean enlaces internos o enlaces con el exterior (clientes y proveedores), continuándose la autoevaluación dentro de un marco de Calidad Total, tomando como referencia el Modelo Europeo de Calidad.
La metodología expuesta es útil para identificar actividades a mejorar en la empresa y, por tanto, para emprender acciones que consoliden y mejoren su position competitiva.
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