Los objetivos de sostenibilidad, sobre todo medioambientales, han sido reconocidos por la OIT en iniciativas de «transición justa» y «empleos verdes». Sin embargo, los ODS ofrecen más margen para un compromiso de la OIT con la sostenibilidad social, al reconocer el «trabajo decente» (ODS 8) y requerir «la adopción en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades» (meta ODS 16.7). En este artículo se examina cómo la OIT podría seguir promoviendo los derechos de representación colectiva, a quién otorgarlos y cómo ejercerlos, en el contexto del debate sobre un futuro del trabajo sostenible.
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