El artículo abre un debate en torno a si los llamamientos a la participación y la inclusión de nociones de “cultura común” en los programas políticos de partidos vinculados a la denominada “nueva política” han conseguido transformar las instituciones culturales. Presentando la participación como una herramienta al servicio de la democratización institucional, es oportuno considerar si se han logrado transformar y redistribuir formas de poder institucionalizadas o si al contrario, estos cambios tan sólo han acontecido a un nivel superficial. De igual manera, es importante evaluar si la nueva política ha sabido dialogar y dar encaje a las instituciones de “cultura común” o de carácter comunitario.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados