El presente escrito se propone analizar la relación como principio del ser personal. En ese sentido, la persona es considerada como una entidad constituida por un principio relacional que la capacita y constituye como tal; dicho principio es agápico, por cuanto hunde sus raíces en la completa donación del uno hacia el otro/otro. Este modelo de relacionalidad tiene imagen prototípica en la Beatísima Trinidad, donde halla realización plena la perfecta donación y perfecta receptividad en le orden del amor.
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