Diversos organismos internacionales (CEPAL, 2010, Banco Mundial, 2010 y Banco Interamericano de Desarrollo, 2016) ubican a América Latina como la región más desigual del mundo, cuyos efectos se traducen de manera importante en la educación. Cierto que, en términos generales, los países latinoamericanos registran avances significativos en la enseñanza primaria universal, con un porcentaje alto los que la han alcanzado y otros están en vías de lograrlo. Este panorama favorable, sin embargo, es dispar entre los países y en algunos casos lento, por lo cual las brechas de desigualdad e inequidades educativas continúan siendo una historia sin fin para la población en la franja de la pobreza y la pobreza extrema. En la agenda educativa global la respuesta a esta problemática es la equidad social educativa, entendida como la implementación de acciones de políticas públicas de afirmación positiva para los colectivos vulnerables o más desfavorecidos, que en su mayoría son los excluidos del disfrute de los bienes púbicos, entre éstos la educación. En este trabajo se asume equidad social educativa en contraposición a la extendida idea de considerarla sinónimo de igualdad de oportunidades. Para ello, se adoptan, entre otros, los enfoques analíticos de los estudios de EGREES (2015) de la Comunidad Europea; Tiana Ferrer (2007), Dubet (20011) y Marchesi (2000), que aún cuando utiliza el concepto de igualdad de oportunidades, clarifica sus limitantes y alcances. En ese contexto, desde una visión comparada, el análisis comprende los enfoques de política social educativa en las leyes educativas de los 19 países de América Latina como respuestas legislativas de los gobiernos de la región para revertir la exclusión económica y social en la educación, específicamente los planteamientos para su consecución (programas, acciones, mecanismos, incentivos y grupos destinatarios).
Several international organizations (ECLAC, 2010, World Bank, 2010 and Inter-American Development Bank, 2016) place Latin America as the most unequal region in the world, whose effects are translated in an important way in education. It is true that, in general terms, Latin American countries register significant advances in universal primary education, with a high percentage of those that have reached it and others are in the process of achieving it. This favorable outlook, however, is uneven among countries and, in some cases, slow, so that gaps in educational inequality and inequalities continue to be an endless history for the population in the fringe of poverty and extreme poverty. In the global educational agenda, the answer to this problem is educational social equity, understood as the implementation of positively affirmed public policy actions for vulnerable or more disadvantaged groups, which are mostly excluded from the enjoyment of public goods, among them education. This work assumes educational social equity as opposed to the widespread idea of considering it equal of equal opportunities. For this, the analytical approaches of the studies of EGREES (2015) of the European Community are adopted, among others; Tiana Ferrer (2007), Dubet (20011) and Marchesi (2000), that even when using the concept of equal opportunities, clarifies its limitations and scope. In this context, from a comparative perspective, the analysis includes the approaches of educational social policy in the educational laws of the 19 countries of Latin America as legislative responses of the governments of the region to reverse the economic and social exclusion in education, specifically the approaches for its achievement (programs, actions, mechanisms, incentives and target groups).
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