En la segunda mitad del siglo XX ha cambiado el paradigma social hacia el desarrollo de la personalidad y la consolidación de los valores cívicos. El Gobierno de España y el Gobierno de Canarias, destacan la finalidad de la Educación Secundaria Obligatoria: la adquisición de los elementos básicos de la cultura en sus aspectos humanístico, artístico, científico y tecnológico para su incorporación posterior en la vida personal y laboral, y para el ejercicio de sus derechos y obligaciones cívicos.
En el área de Lengua Castellana y Literatura se trata de consolidar los hábitos de la lectura para garantizar el acceso libre a las fuentes de información de diversa naturaleza para todos los miembros de la sociedad sin ningún tipo de discriminación. La adquisición de la competencia lectora contribuirá al desarrollo personal, impidiendo la exclusión social y, como una de las consecuencias, la exclusión económica.
No obstante, últimamente está descendiendo el interés a la lectura. Ante el mundo de nuevas tecnologías, los profesionales debemos ofrecer a nuestros alumnos una respuesta educativa que pueda captar su atención y adaptar nuestros métodos a su realidad, para formar a unos lectores competentes bajo los conceptos del acceso a los conocimientos y la equidad ante el uso de las herramientas para lograrlo.
Así, una de las respuestas pedagógicas para el fomento de la competencia lectora es el Plan Lector que se aplica actualmente en los colegios y los institutos de Canarias. El Plan Lector pretende mejorar la comprensión lectora y fomentar el hábito de lectura. Podemos considerar el Plan Lector como una de las herramientas fundamentales para desarrollar la competencia lectora para la futura inclusión personal, social y económica
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