El Brandy intenta rejuvenecer su "Bouquet" publicitario: vestigio de hispanos tópicos.

• Localización: Campaña: Publicación quincenal para la comunicación publicitaria, ISSN 2483-3312, Nº. 335 (16 NOVIEMBRE), 1988, págs. 75-80
• Idioma: español
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• Resumen

  • La cosa va de sibaritismo, grandilocuencia y potente virilidad. "Saber vivir","nada más grande", "pura casta". Al filo del nuevo milenio, muy pocos ingredientes subvierten el sabor de un género publicitario casi tan inamovible como las películas de vaqueros. Mientras algunos brandies se aferran a la idea de que son "cosas de hombres", a otros les falta el canto de un duro para repetir este glorioso titular de los años 50: "Brandy independencia, vestigio de hispanas epopeyas". Sin embargo, incluso a los más clásicos "cow-boys", les llega la hora de modernizar su rictus creativo. En el caso del brandy, las circunstancias obligan: aún es el aguardiente preferido por los españoles, pero está sufriendo las feroces dentelladas del ascenso del whisky y del declive general de las bebidas alcoholicas de alta graduación. Parafraseando a Magno, semejantes enemigos son una "cuestión nada trivial". Por eso, para los próximos meses se anuncian renovados "bouquets" publicitarios: consumo en grupo, sensualidad, apuesta por la España "modelna" y un elitismo que llevará a Gran Capitán a integrarse en una "seleción de bienes muy apreciados en el mundo contemporáneo"