En el presente artículo estudio la significación y uso que María Luisa Bombal hace del cabello en las novelas La última niebla (1935) y La amortajada (1938), y en los cuentos ‘El árbol’ (1939) y ‘Trenzas’ (1940). Argumento que el valor que tiene el cabello en la obra de Bombal se nutre de una rica tradición que, en las artes, ha asociado este elemento con la sensualidad de la mujer. Ahora bien, el uso que Bombal hace del cabello es parte de la creación de un universo simbólico particular. Bombal no solo presenta el cabello como metonimia del cuerpo de la mujer y como metáfora de su deseo y sexualidad, sino que el cabello es esencial en la construcción de la subjetividad de las protagonistas. Así, si bien el valor del cabello se crea a partir de binarios occidentales y patriarcales, con su reescritura, Bombal convierte el cabello en un significado múltiple y cambiante y esto le permite jugar con los valores tradicionales de este elemento para subvertirlos.
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