Francisco Mayordomo García-Chicote
RESUMEN. El objetivo de esta comunicación es analizar las normas (Furs, Or— denanzas, Capitols del Quitament, etc.) que regularon los procedimientos administrativos y contables de la Taula de Canvis y Deposits al principio del siglo XVII.
La Nova Taula de Canvis se instauró en 1519, al verse realizado un antiguo pro- yecto del Consel! de la ciudad de Valencia (iniciado en 1483). El resultado conseguido por la misma pude valorarse como positivo, tanto para la hacienda municipal como para los particulares, especialmente si observamos que estuvo funcionando (sin interrupción, aunque con algunos altibajos significativos) durante el resto de la época foral, hasta comienzos del siglo XVIII.
Desde su instauración, la Taula funcionó como una caja central de la hacienda municipal, a través de la que el Consel! Secret podía disponer de recursos para atender los gastos de la ciudad. El devenir de las circunstancias hizo que su papel fuera precisándose poco a poco. Por ello queremos centrar nuestra comunicación a principios del XVII, momento histórico en el que la Taula estaba plenamente integrada en la sociedad valenciana.
El análisis de esa época señala que la Taula se institucionalizó como un Banco asegurado por la ciudad y en régimen de monopolio. Ello hizo que estuviera sometida a normas en las que los aspectos relativos a su administración y contabilidad se trataron de forma rigurosa. Lo cual se pone de manifiesto al analizar las que estaban vigentes en el período que nos hemos propuesto estudiar.
En dichas normas se estipula quienes serían los responsables de los libros principales (Manual y Mayor) y auxiliares (de la caixa de gros, y borrador y va i ve la caixa de menut), quiénes se encargarán de revisarlos, cómo se llevarán esos libros y cuándo los revisarán los administradores de la Taula. Una vez que estuvieran cerrados, se fija un plazo a sus tenedores para depositarlos en el Archivo del Racional. También se regula la verificación de los libros principales por expertos ajenos al Banco (apuntadors), que serían nombrados por el Consell Secret, a propuesta del Racional, los cuales debían presentar un informe con los errores que hubieran encontrado.
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