La ampliación de la Unión Europea conducirá, previsiblemente, a un aumento de las disparidades regionales, dado el menor nivel de desarrollo de los países candidatos a la adhesión. Este hecho tendrá consecuencias directas sobre la política de cohesión económica y social a partir de 2007, momento en el que se iniciará un nuevo periodo de planificación en la Unión, especialmente en las regiones objetivo 1 de España que tradicionalmente han sido las más beneficiadas por las medidas estructurales comunitarias. La cuestión clave que se analiza en este trabajo es cómo afectará la ampliación a la futura política de cohesión y a la distribución de los Fondos Estructurales entre las regiones europeas y, por tanto, cuáles serían las expectativas de las regiones españolas en este nuevo escenario.
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