Fármacos de elección para las patologías más frecuentes durante el embarazo

• Àngels Pellicer ^[1] ; Laia Robert ^[2] ; Laura Diego ^[2]
  1. [1] Institut Català de La Salut (Girona)
  2. [2] Centre d’Informació de Medicaments de Catalunya (Barcelona)
• Localización: FMC: Formación Médica Continuada en Atención Primaria, ISSN 1134-2072, Vol. 27, Nº. 9, 2020, págs. 488-497
• Idioma: español
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• Resumen

  • • Durante la gestación se producen cambios fisiológicos que interfieren y modifican la farmacocinética de los medicamentos, lo que puede afectar tanto a la eficacia como a la seguridad de estos.

    • Los medicamentos se comercializan sin datos sobre su perfil de seguridad en mujeres embarazadas, ya que estas cumplen criterios de exclusión de ensayos clínicos por razones éticas.

    • El primer paso para evitar los riesgos que conlleva la utilización de medicamentos durante el embarazo es considerar a toda mujer en edad fértil como potencialmente embarazada.

    • En caso de que sea necesario iniciar un tratamiento farmacológico durante el embarazo se debe realizar una valoración individualizada del balance beneficio/riesgo, teniendo en cuenta las posibles alternativas terapéuticas, así como las consecuencias de no prescribir tratamiento farmacológico.

    • La información sobre la seguridad de los medicamentos durante el embarazo es dinámica y por tanto se recomienda consultar fuentes de referencia con información y contrastada como el Briggs y servicios como el SITE (Servicio de Información Telefónica para la Embarazada), que ofrecen una valoración y asesoramiento personalizado tanto a profesionales sanitarios como a la mujer embarazada en caso de exposición.

    • Se ha de evitar la exposición a medicamentos siempre que sea posible, especialmente durante el primer trimestre, puesto que es un periodo fundamental de organogénesis.

    • La exposición durante el segundo y tercer trimestres puede traducirse en alteraciones morfológicas, funcionales y problemas de crecimiento del feto.

    • Es recomendable prescribir aquellos medicamentos con mayor experiencia de uso y evitar, en la medida de lo posible, aquellos recientemente comercializados, ya que la información sobre su seguridad es escasa.

    • Se recomienda prescribir el menor número posible de fármacos y escoger los que dispongan de un mejor perfil de seguridad, que a su vez deben ser utilizados en la menor dosis y periodo de tiempo posible.

    • Se debe informar a las pacientes de que es importante que contacten con su médico ante cualquier inquietud relacionada con su tratamiento y antes de empezar o suspender un medicamento (ya sea de prescripción médica, de venta libre o plantas medicinales).