Resumen de Cara y cuerpo del horror: representaciones de Ingrid Olderock
- español
En el imaginario chileno Ingrid Olderock se construye como un monstruo ligado al poder dentro de la institución de Carabineros y luego a los organismos de la represión de la dictadura de Pinochet. Olderock representa un extremo emblemático donde se imbrican distintos discursos sobre la violencia y la locura y que la figura de la camiona condensa en tanto personaje abyecto. Lo horroroso no vincula solo con la mujer sino con la sexualidad no normativa de la despiadada torturadora.
Olderock aparece en la obra teatral La mujer de los perros (2017) de Eduardo Vega donde la locura, la falta de feminidad, y el deseo de dominar y hacer sufrir son su marca. El cuerpo femenino abyecto se asocia significativamente a su brutalidad despiadada y a la ausencia de justicia. Por otra parte, en la obra de teatro de Irán 3730 (2019) de Patricia Artés, Olderock no aparece en escena a pesar de ser la encargada principal de la casa de tortura La Venda Sexy en cuyo inmueble se desarrolla la acción dramática del presente. Estas dos miradas frente al pasado y de Olderock se sustentan en visiones distintas sobre el legado dictatorial. La de Artés tiene una perspectiva de género que permite una mayor comprensión de la historia y el rol de las mujeres militantes en el pasado. Su impacto en el presente, desplaza a la torturadora, y realza el activismo feminista y la lucha política de las ex militantes por el reconocimiento y la justicia.
- English
In the Chilean imaginary Ingrid Olderock is constructed as a monster associated with the power of the institution of Carabineros and later with the agencies of repression in the Pinochet dictatorship. Olderock represents an emblematic extreme where different discourses on violence and insanity overlap and that the butch figure condenses as an abject character. Horror is linked not only to gender but to the non-normative sexuality of the cruel torturer.
Olderock appears in the play La mujer de los perros (2017) by Eduardo Vega which underscores her insanity, lack of femininity, and a desire to dominate and inflict pain are her signature. The abject female body is here significantly associated with a heartless brutality and the absence of justice. On the other hand, the play Irán 3730 (2019) by Patricia Artés, Olderock is not seen even though she was in charge of the torture house La Venda Sexy in the property where the dramatic action unfolds in the present. These two takes towards the past and Olderock sustain themselves in different visions of the legacy of the dictatorship. Artés has a gender perspective that allows for a broader understanding of history and the role of women activists in the past. Their impact in the present displaces the torturer and highlights feminist activism and the political struggle of former militants for their recognition and for justice.
