Paula Lalaguna Mallada, Nieves Marta Díaz Gómez, M. Costa Romero, Laura San Feliciano, Carme Gabarrell Guiu
La pandemia por el SARS-CoV-2 ha tenido un gran impacto en la atención al nacimiento y la lactancia.
El desconocimiento de los mecanismos de contagio y los riesgos potenciales para la madre y el recién nacido (RN), aun cuando no se ha demostrado la transmisión vertical del virus, ha propiciado el abandono de prácticas como el piel con piel y el inicio precoz de la lactancia materna (LM), que ofrecen grandes beneficios para la salud materno-infantil.
Teniendo en cuenta la evidencia científica disponible y el efecto protector de la LM, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos recomiendan mantener el contacto madre-hijo y la LM en casos de sospecha o infección confirmada por SARS-CoV-2 en la madre, adoptando procedimientos preventivos para minimizar el riesgo de contagio, como la higiene de las manos, antes y después del contacto con el RN, así como el uso de mascarilla. Si se precisa una separación temporal de la madre y el niño, se recomienda alimentar al RN con leche materna extraída.
Se ha confirmado la presencia de anticuerpos IgA frente al SARS-CoV-2 en leche de mujeres infectadas, por lo que la LM podría disminuir el impacto clínico de la enfermedad en el lactante, si llega a contagiarse.
The SARS-CoV-2 pandemic has had a major impact on birth care and lactation. The lack of knowledge regarding the transmission mechanisms and the potential risks for the mother and the newborn, even when the vertical transmission of the virus has not been demonstrated, has led to the abandonment of practices such as skin-to-skin and the early initiation of breastfeeding (BF), which offer great benefits for maternal and child health.
Taking into account the available scientific evidence and the protective effect of BF, the World Health Organization (WHO), and other organisms recommend, in cases of suspected or confirmed SARS-CoV-2 infection of the mother, maintaining mother-child contact and BF, adopting preventive measure procedures to minimize the risk of contagion.
These measures include hand hygiene, before and after contact with the newborn and the use of a mask. If a temporary separation of mother and child is required, it is recommended to feed the newborn with expressed breast milk.
The presence of IgA antibodies against SARSCoV- 2 has been confirmed in the milk of infected women, so BF could reduce the clinical impact of the disease in the infant, if it becomes infected.
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