Tras una larga ausencia, Rusia retoma posiciones en África. Este regreso, presentado en Europa como una maniobra subrepticia, en realidad viene a confirmar la banalización de la potencia rusa. Moscú, que antaño apoyó las luchas contra el apartheid en Sudáfrica y por la descolonización, se conforma ahora con acumular pedidos comerciales y reforzar sus alianzas a nivel de seguridad.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados