El anteproyecto de la nueva Ley del Deporte con fecha 1 de febrero de 2019 ha supuesto la introducción de un nuevo marco de desarrollo para el deporte español. Con anterioridad, el legislador obviaba determinadas realidades de las competiciones deportivas que ahora podrían gozar de un marco jurídico propio en caso de aprobación de dicha Ley. El reconocimiento del "deporte profesionalizado" conlleva un crecimiento deportivo que no solo es una realidad jurídica, sino también adquiere una dimensión social o económica.
The draft Bill of the new Spanish Sport Law has supposed the introduction of a new space of development for Spanish sport. Before, the lawmaker ignored some facts of sportive competitions that could obtain their own judicial framework in case of the approval of this law. The recognisement of “professional sport” supposes an sportive growth. Besides, it acquires a social or economical impact.
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