Una ambiciosa Agenda para la nueva Comisión ha presentado el Presidente Jean-Claude Juncker. Todo hace esperar una actuación desde la Comisión con más vigor e incluso con ambición política. Para ello cuenta con un amplio respaldo del Parlamento Europeo y una alianza con los partidos europeístas bien trabada.
Pero la Agenda presentada tiene en varias de sus prioridades dificultades para convertirse en realidad.
Lo que por fin parece haberse dejado de lado es el falso dilema entre austeridad y crecimiento, dilema que ha paralizado durante estos años de crisis la toma de decisiones relevantes.
En este sentido la gran apuesta es movilizar, en el llamado Fondo Juncker, una cifra de 300.000 millones de euros, de naturaleza pública y privada, un keynesianismo de bajo coste, para lograr un crecimiento generador de empleo.
Pero partimos de una situación de debilidad. Se ha logrado sortear la tercera recaída después de la crisis inicial del 2008, no estamos técnicamente en recesión pero seguimos anclados en el estancamiento. Hercúlea tarea para el Presidente Juncker revertir esta situación.
An ambitious agenda for the new Commission has been presented by his President Jean-Claude Juncker. It seems, we can presume a performance more robust with great political ambition, by a Commission supported by a majority of the European Parliament, with strong and secure alliances. But the Agenda has difficulties to become a reality in several of its priorities. What finally seems to be overlooked is the false dilemma between austerity and growth, impasse that has paralyzed the decision process during these years of crisis. In this sense the big stake is to mobilize, in the so-called Juncker Fund, a amount of 300,000 million euros from public and private sources to fight against the unemployment, a Keynesianism of low cost. But we start from a position of weakness. The European Union has managed to avoid the third setback after the initial crisis of 2008, we are not technically in recession but we are anchored into stagnation. No doubt, it will be a herculean task for President Juncker to reverse this situation.
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