Mercedes Ruiz Garijo, María Elena Manzano Silva
El emprendimiento femenino se perfila como una de las grandes innovaciones empresariales que, junto a un igual reparto de responsabilidades familiares y domésticas, hacen de la mujer un motor de riqueza responsable y social. Desde los años sesenta del siglo pasado, existe en Europa un interés creciente por la protección familiar y la eliminación de discriminaciones por razón de género, que tiene reflejo en diversos programas y medidas de intervención pública con las que se atiende principalmente a tres motivaciones: en primer lugar, a la necesidad de conciliar la vida laboral y familiar; en segundo lugar, a la de reforzar el papel de la familia en el proceso de formación de capital humano y por último, a la aparición de nuevas necesidades sociales derivadas de los cambios demográficos surgidos en los últimos tiempos. Los principios que rigen las entidades de Economía Social propician el emprendimiento femenino y potencian, como tendremos ocasión de comprobar a continuación, la plena realización profesional de la mujer.
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