Chile es un país que ha sido prodigo en caricaturistas políticos ya desde los primeros años de la independencia a principios del siglo XIX. Antonio Smith, el precursor, en 1858 caricaturizó a cuanto político y personaje celebre se le cruzó, incluido el propio presidente Montt, quien le habría solicitado que terminara con la publicación de «esos monos groseros». Pasarían años antes que el dibujante Luis Fernando Rojas y el editor Juan Rafael Allende crearan diarios como El Padre Cobos, El Padre Padilla que atacaron la oligarquía y a la iglesia y más tarde defendieron al presidente Balmaceda. Luego vendrán los años de los grandes periódicos, como El Diario Ilustrado o las revistas, como Zig-Zag y Sucesos, donde harían escuela dibujantes como Moustache o Jorge Délano Frederick -más conocido como Coke- que finalmente terminaría creando la legendaria revista Topaze, que por casi 40 años caricaturizó la política chilena, desde 1931 a 1970. Por ella desfilaron las más grandes plumas, como Pepo, Lugoze, Alhué, Mono y otros muchos. Más tarde destacan con luz propia Lukas en El Mercurio y nuevos dibujantes que caricaturizan a Pinochet, como Hervi, Palomo, Rufino o Gillo, que curiosamente pierden su importancia al llegar los gobiernos de la concertación. Hoy existen esporádicos intentos de hacer caricatura política con autores como Germán Miranda -más conocido como Asterisko-, Christian Gutiérrez (Christiano) que se ríen del país del Transantiago, los sobresueldos y las facturas falsas. Esperemos se mantenga y los invitamos a conocer la historia de la historieta política chilena.
Notas: Texto publicado en el número 31 de la Revista Latinoamericana de Estudios sobre la Historieta en septiembre de 2008.
Chile has always had a considerable amount of political caricaturists, even in the very early years of our independence, at the beginning of the XIX century. Antonio Smith is considered the forerunner of political caricatures; back in 1858 he portrayed political caricatures of every politician at hand, even president Manuel Montt himself, who, allegedly, would have asked him to stop publishing «those disgusting doodles». It would take some years before Luis Fernando Rojas as cartoonist and Juan Rafael Allende as editor published small magazines like El Padre Cobos (Father Cobos), El Padre Padilla (Father Padilla), which attacked Chilean oligarchy and catholic church. In time they supported president Balmaceda. Then it was time for major newpapers as El Diario ilustrado (The Illustrated Newspaper) or magazines as Zig-Zag and Sucesos (Events), where cartoonists like Moustache or Jorge Delano Frederick -better known as Coke-, became famous, which in its turn would allow to publish the legendary Topaze magazine, that portrayed Chilean politics and politicians for about forty years, from 1931 to 1970. The greatest cartoonists of that time (Pepo, Lugoze, Alhué, Mono, among others) performed their art in that magazine. After that period some cartoonists still stood out, as Lukas in El Mercurio and some cartoonists of a new generation that caricatured Pinochet, as Hervi, Palomo, Rufino and Gillo, who curiously enough, lost importance with the arrival of the concentration governments. Nowadays there are sporadical attempts to develop political caricatures, mainly by authors like Germán Miranda -also known as Asterisko-, Christian Gutierrez (Christiano) who makes fun of Chilean problems like Transantiago, extra money paid in envelopes to ministers and other high authorities and the phony invoices´ scandal. It´s desirable this tradition is kept in time and so forth we invite you to learn about the history of Chilean political caricature.
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