La historia parece justificar la estética de acuerdo a los diferentes escenarios en los que el hombre y la mujer se enfrentan al conjunto de prácticas y teorías que a su vez se constituyen en una praxis de la cotidianidad. Por esta razón, me detengo a reflexionar sobre la actividad de la enseñanza. La palabra enseñar viene del latín insignare: señalar, marcar, de insignis: que destaca por una señal. Origen S.XII-instruir; exhibir (Corripio, 1977). Por otra parte, en la actividad intervienen el pedagogo (Durkheim, 1990) y la didáctica donde interactúa el modelo pedagógico, el enfoque, método, las técnicas y los instrumentos, entre otros. La comprensión de la Ética está sujeta al proceso de enseñar y aprender fundamentado en las competencias interpretativas, argumentativas, propositivas y comunicativas. Estos referentes son la base para alcanzar los logros trazados en los procesos de enseñar y el aprender.
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