Elizabeth Casillas Casillas, Jaime Bernal Escalante, Sergio Ramírez González, Luis Héctor Salas Hernández, Raúl Arias Ulloa
El trastorno del espectro autista (TEA) se caracteriza por una alteración generalizada del desarrollo cerebral, que afecta la socialización, comunicación, imaginación y reciprocidad emocional y se evidencia mediante conductas repetitivas e inusuales. El uso de prismas gemelos estimula una reorganización neurológica y provoca cambios en la percepción visual. El objetivo del presente artículo fue evaluar las habilidades visuales y determinar el efecto de los prismas gemelos en la atención, postura y comportamiento de los niños con TEA. Se elaboró un estudio de intervención con muestras pareadas antes-después; se incluyeron 20 niños con diagnóstico de TEA en edades de 4 a 16 años, y se realizó una evaluación optométrica basal, aplicando un cuestionario para identificar síntomas y otra posterior al uso de un anteojo con prismas base superior, durante 4 meses. El análisis estadístico se realizó con prueba t de Student para muestras no independientes. Se halló que la media de edad fue de 10,05 años, 90 % sexo masculino, 45 % hipermetropía, 30 % insuficiencia de convergencia, 90 % fusión y 85 % estereopsis gruesa. El promedio de aciertos en el cuestionario inicial fue de 18,50 ± 7,64 y en el final de 13,20 ± 7,53 p = 0,000. Finalmente, se concluye que la hipermetropía se presenta en el 45 % de los casos; un 30 % presenta insuficiencia de convergencia, y el 85 %, estereopsis gruesa; asimismo, el uso de prismas gemelos de 3 dioptrías base superior produce cambios estadísticamente significativos en la postura, atención y comportamiento, por lo que se propone como alternativa de manejo adicional en niños con TEA
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados