La agricultura intensiva, como cualquier otra actividad, genera gran cantidad de residuos entre los que destaca los de restos de cosecha que representan el 94% de los residuos producidos en el sistema. Estos residuos deben de ser tratados, ya que su abandono provoca efectos negativos en el medio ambiente. El tradicional, y por ahora única alternativa para el tratamiento de estos residuos vegetales, es el compostaje. Aunque en los últimos años el tratamiento de estos residuos a través de las lombrices de tierra (vermicompostaje) está siendo considerado por diferentes empresas y agricultores. En este trabajo se presentan los resultados obtenidos tras la caracterización química de 2 vermicomposts obtenidos a partir de restos hortícolas (tomate), y muestra como los productos obtenidos tras 80 días de vermicompostaje presentan una composición química y cualidades que hacen que puedan ser empleados como enmienda orgánica en los sistemas agrícolas o en suelos degradados.
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