La educación social, para nosotros, solo tiene una interpretación posible. Desde una perspectiva humanísta, la educación social tiene un sentido holístico, el de la educación integral y globalizadora de individuos y colectivos sociales a través de todos y cada uno de los entornos socioculturales donde los individuos interactuan.
Para el filosofo Gonzalo Anaya, el hombre y la mujer son animales racionales, animales que por su naturaleza tienden a sacar a relucir sus instintos más salvajes, para este pensador solo mediante la cultura el hombre y la mujer son capaces de sublimar sus instintos y alcanzar un alto grado de humanización. Para este mismo autor la función de la educación es desarrollar el amor por la cultura en hombres y mujeres al tiempo que nos advierte que la cultura no es más que el desarrollo de la sensibilidad, sensibilidad en cuanto a vivencia necesaria para desarrollar las prácticas y vivencias de la comunicación humana, la tolerancia, la solidaridad y la cooperación, necesarias para humanizarnos y humanizar el mundo que nos rodea.
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