Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de Geopolítica en el Mediterráneo Oriental: algo más que gas

Felipe Sánchez Tapia

  • español

    Situada en la confluencia de tres continentes, el valor estratégico de la cuenca oriental del Mediterráneo ha sido reconocido desde tiempo inmemorial, lo que la ha convertido en escenario de conflictos entre imperios y civilizaciones que han dedicado considerables esfuerzos, bien a dominarlo o bien a impedir que sus rivales lo hiciesen. En la actualidad, esta parte del Mediterráneo presenta una marcada fragmentación geopolítica que no es sino el resultado de diferencias históricas, culturales, religiosas, etc., que se ven enormemente acentuadas por el descubrimiento de ingentes reservas de hidrocarburos.

    Los potenciales beneficios económicos de su explotación han despertado el interés de todos los Estados ribereños, que, en buena lógica, pretenden ejercer sus derechos sobre ellos, reavivando de esta manera viejas disputas relativas a la delimitación de los espacios de soberanía y elevando la tensión entre las partes a niveles preocupantes. Esta situación, en sí misma difícil, se complica aún más por la intervención de actores externos. A la rivalidad existente entre Turquía, por un lado, y Grecia, Chipre, Egipto e Israel, por otro, se superpone el interés de países europeos, como Italia, Francia o el Reino Unido, cuyas grandes corporaciones energéticas participan en la explotación de estos recursos.

    Un juego de intereses a múltiples bandas que ofrece magníficas oportunidades para que las potencias globales, EE. UU., Rusia y China, escenifiquen la competitividad estratégica por la hegemonía mundial que caracteriza el escenario geopolítico actual. La consecuencia es una creciente inestabilidad en el Mediterráneo Oriental que incita a los países implicados a incrementar su presencia militar, aumentando con ello las probabilidades de enfrentamientos armados.

    La irrupción de la COVID-19 ha impuesto cierta ralentización en las actividades en estas aguas. Aún resulta prematuro anticipar la profundidad con que esta crisis afectará a la estabilidad regional. Pero, por el momento, todo apunta a que lo más probable es que se trate tan sólo de un paréntesis. En realidad, asistimos ya a un conflicto multidimensional en el que la huella militar es todavía limitada, pero que, de no actuar para evitarlo, tenderá a ganar en intensidad.

  • English

    The strategic value of the Eastern Mediterranean Basin, located at the confluence of three continents, has been recognised since time immemorial, being a scenario for conflicts between empires and civilisations, which made great efforts either to dominate it or, at least, to prevent their rivals from doing so. In the present days and from a geopolitical perspective, this part of the Mediterranean is considerably fragmented, this being a consequence of historical, cultural and religious differences, all of which have been greatly accentuated by the discovery of huge hydrocarbon reserves.

    The potential economic benefits of exploiting these reserves have aroused the interest of all the Coastal States, which have logically attempted to exert their rights to these deposits, thus rekindling old disputes regarding the demarcation of sovereign space and raising the tension between the parties to alarming levels.

    This situation, which is in itself difficult, is further complicated by the involvement of external stakeholders. The interests of European countries like Italy, France or the United Kingdom, with large energy companies participating in the exploitation of those resources, are added to the rivalry existing between Turkey, on the one hand, and Greece, Cyprus, Egypt and Israel, on the other. It is a game of interests played by many groups, which offers magnificent opportunities to the global powers, the United States, Russia and China, to stage the strategic competitiveness for world domination that characterises the current geopolitical scene. The consequence is a growing instability in the Eastern Mediterranean that encourages the countries involved to increase their military presence, thus heightening the likelihood of armed clashes.

    The COVID-19 outbreak has resulted in a temporary suspension of drilling activities. It is still too early to fully assess the impact of the pandemic on the regional stability. But it seems that it might well be a brief interlude. In fact, we are already witnessing a multidimensional conflict where the military footprint is still limited. However, if no action is taken to prevent it, it will tend to gather momentum.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus