Comprender los movimientos de las aves durante todas las fases del ciclo anual es importante para la conservación efectiva, pero es difícil porque muchas especies vuelan por la noche, sobre montañas y océanos, y cruzan las fronteras internacionales. Los avances recientes en el uso de marcadores intrínsecos y extrínsecos están haciendo que el estudio de los movimientos sea más fácil y más barato, permitiendo que los esfuerzos de conservación se dirijan a donde más se necesitan. Muchas metodologías de seguimiento se pueden incorporar fácilmente a los esfuerzos hemisféricos de monitoreo de aves, como los programas de Monitoreo de la Productividad y Sobrevivencia aviar (MAPS, siglas en ingles) y Monitoreo de Sobrevivencia Invernal (MoSI). Como ejemplo de marcadores intrínsecos, describimos un proyecto reciente que utilizó marcadores genéticos para identificar poblaciones distintas de reinita gorrinegra (Cardellina pusilla) durante múltiples fases del ciclo de migración anual. Identificamos áreas de invernada en el Neotrópico, rutas de migración y un “cronograma” de migración para seis poblaciones reproductivas distintas. Empleando marcadores extrínsecos, usamos micro GPS para rastrear los movimientos anuales de dos picogordo tigrillo (Pheucticus melanocephalus) que anidaron en California (EE. UU.) y pasaron el final del verano y principios del otoño en el noroeste de México, probablemente para mudar, antes de migrar más de mil kilómetros más al sur de México, donde pasaron el resto de la temporada no reproductiva. Esta fue la primera vez que la aparente “migración de muda” entre el oeste de los Estados Unidos y México se documentó utilizando tecnología GPS. Discutimos algunas de las implicaciones y los beneficios a la conservación usando investigación detallada sobre la conectividad migratoria
Understanding the movements of birds during all phases of their annual cycle is valuable for effective conservation, but difficult because many species travel at night, over mountains and oceans, and across international borders. Recent advances in the use of intrinsic and extrinsic markers are making the study of movements easier and cheaper, enabling conservation efforts to be directed where they are most needed. Many tracking methodologies can be easily incorporated into existing hemispheric bird monitoring efforts such as the Monitoring Avian Productivity and Survivorship (MAPS) and Monitoring Overwinter Survival (MoSI) programs. As an example of intrinsic markers, we describe a recent project that used genetic markers to identify distinct populations of Wilson’s warbler (Cardellina pusilla) during multiple phases of the annual migration cycle. We identified wintering areas in the Neotropics, migration routes, and a “schedule” of migration for six distinct breeding populations. Using extrinsic markers, we employed micro-GPS to track the year-round movements of two black-headed grosbeaks that nested in California and spent the late summer/early fall in northwestern Mexico, probably to molt, before migrating more than one thousand kilometers further south into Mexico, where they spent the rest of the non-breeding season. This was the first time that apparent “molt migration” between the western United States and Mexico was documented using GPS technology. We discuss some of the implications and conservation benefits of detailed research into migratory connectivity
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