El papel de Jose María Galante, Chato, en La Comuna de presas y presos del franquismo ha sido simplemente extraordinario y monumental y, si se puede decir así, inabarcable. Desde antes de que existiera La Comuna, Chato ya era su motor y dinamizador. El primer recuerdo que yo tengo de nuestra asociación fue una reunió de exmilitantes de diferentes partidos políticos antifranquistas que celebramos en el CAUM. En esta reunión a la que me convocó Manuel Blanco Chivite, me reencontré con Chato y se habló de la posibilidad de crear una asociación de antiguos luchadores contra la dictadura franquista para reivindicar nuestra lucha contra el dictador y denunciar la continuidad del franquismo en muchos de los aspectos de la vida ciudadana.
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