El Padre Tomás Álvarez y la Compañía de santa Teresa de Jesús
- Autores: Mª del Carmen Melchor Moral
- Localización: Monte Carmelo: Revista de Estudios Carmelitanos, ISSN 0544-9073, Vol. 128, Nº. 1-2, 2020, págs. 57-84
- Idioma: español
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Resumen
El P. Tomás ha sido durante muchas décadas amigo y maestro de las hermanas de la Compañía, con una relación larga y fecunda que se ha ido tejiendo en el espacio –Oviedo, Roma, Burgos– y en el tiempo, desde 1946 hasta el final de su vida. Conoció a la Compañía en Oviedo, como profesor de religión y sintonizó con el ideario y la pedagogía de Enrique de Ossó. Allí algunas de las hermanas fueron dirigidas suyas y lo mismo pasó después en Roma, donde permaneció hasta 1977. En Roma vivió con nosotras acontecimientos importantes para el teresianismo y para la Compañía. A él le debemos en parte el reconocimiento eclesial de la santidad de nuestro Fundador.
Se acercó a las raíces del carisma teresiano, escribió obras y artículos dedicados a Enrique de Ossó y a santa Teresa y colaboró con las hermanas del Gobierno General en las actividades formativas. Durante los años de Burgos continuó la relación y la amistad con la Compañía. Desde Burgos celebró la Beatificación del Padre Fundador y le hizo un homenaje desde la revista Monte Carmelo. Y cuando Enrique de Ossó fue canonizado en 1993, Tomás Álvarez expresó su sintonía con el nuevo Santo, dándolo a conocer a la Iglesia universal, en un precioso artículo de L’Osservatore Romano.
El P. Tomás se acercaba a todas con sencillez, tenía muy clara nuestra vocación de maestras de oración, y cuando nos leía a la Santa teníamos la impresión de oír a la misma Teresa de Jesús. Mantuvo una relación larga y especial con la hermana Margarita-María Banbridge, que en las últimas décadas fue de colaboración y complemento en la ingente labor editorial del padre. Un orgullo para nosotras.
