Como es bien sabido, Winston Churchill era un sujeto melancólico, materialmente depresivo, algunos dicen que bipolar, quien había identificado su condición mediante una imagen particular, un perro negro, una figura que en alguna medida se ha hecho un ícono de la condición depresiva.
En estos días ese can parece renacer de una forma más amplia, como el virus parece haber mutado y latir en el confinamiento, asumiendo otras modalidades, tomando forma de un racimo de pesadeces, que atentan contra todos. Su presencia agota y agobia
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