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Architecture

  • Autores: Santiago Quesada García, Pablo Valero Flores
  • Localización: The Routledge Companion to Health Humanities / coord. por Paul Crawford, Brian Brown, Andrea Charise, 2020, ISBN 9780429469060, págs. 335-340
  • Idioma: inglés
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • español

      La edificación es considerada por la OMS como uno de los cuatro factores determinantes para la salud de la población. Este capítulo se centra en describir la importancia de la arquitectura en la salud y bienestar de las personas. La arquitectura construye entornos saludables que previenen la aparición de enfermedades pero, además, es capaz de crear espacios que produzcan emociones positivas, refuerzan facultades cognitivas y generan equilibrio físico y emocional. El principal valor que la arquitectura aporta a la salud es su capacidad para dar significado a los lugares donde los seres humanos desarrollan las actividades de su vida diaria. Este texto describe la influencia que la disciplina arquitectónica ha tenido en la introducción de ambientes saludables, desde el siglo XIX hasta llegar a la actual neuro-arquitectura, ciencia que ha demostrado cómo un entorno arquitectónico puede influir sobre la conducta humana y procesos cerebrales como el estrés, el aprendizaje o la memoria. Como ejemplo se presenta una investigación realizada con enfermos de Alzheimer que ha demostrado la influencia de algunas configuraciones ambientales en su calidad de vida. Por último, se preponen algunas sencillas prácticas arquitectónicas que mejoran el bienestar de los ambientes domésticos habituales.

    • English

      Physical environment is considered by the World Health Organization as one of the four determining factors of the health of a population. This chapter focuses on describing the importance of architecture in people’s health and welfare. Architecture enables healthy environments that prevent the onset of diseases, but in addition, architects are able to create spaces that produce positive emotions, strengthen cognitive faculties and generate physical and emotional balance. The main value that architecture brings to health is its ability to give meaning to places where humans carry out the activities of their daily lives. This paper describes the influence that architectural discipline has had on the introduction of healthy environments from the mid-19th century to the state of current neuro-architecture, a science that has demonstrated how an architectural environment can influence human behavior and brain processes such as stress, learning or memory. As an example, we present research carried out with Alzheimer's patients that demonstrates the influence of environmental configurations on their quality of life. Finally, we describe some examples of healthy architectural practices on a domestic scale.


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