Durante milenios, los leopardos de las nieves han merodeado por algunos de los terrenos más inhóspitos de Asia Central: peñascos vertifinosos, barrancos sin fondo, desiertos a cotas inimaginables. El aire enrarecido de las grandes altitudes, el grueso manto de nieve y las temperaturas bajo cero han permitido a estos felinos poco conocidos sustraerse de la mirada humana, fundiéndose con el paisaje cual fantasmas. Gracias a la conservación, las cámaras trampa y ahora el turismo, por fin podemos verlos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados