Este trabajo examina las posibilidades que el actual marco normativo habilita para el uso de medios electrónicos en el desarrollo de pruebas y ejercicios en procesos selectivos, abarcando tanto las pruebas presenciales como, en especial, el problema de las no presenciales. Esta cuestión, que algunos sectores de la gestión han considerado un eje de innovación y una posible solución a las limitaciones de la nueva normalidad que está sufriendo este país, sin embargo no está siendo abordada desde una reflexión sosegada y detallada sobre cuál puede o debe ser el soporte legal más adecuado para la implementación de esta clase de actuaciones. Finalmente, se analiza la cuestión que realmente debe ser uno de los ejes de una auténtica innovación en la selección, en concreto, la revisión y modificación de los tipos de prueba o ejercicios a desarrollar, ya que los actuales resultan obsoletos y anclados en el siglo XIX.
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