La necesidad del desplazamiento siempre ha existido entre los seres humanos, de forma que, a lo largo de la historia, nos las hemos ingeniado para llevarla a cabo. Aparte de las piernas para traslados más o menos cortos, barcos, trenes, automóviles, aviones, etc, constituyen los medios más utilizados. En las ciudades, sin embargo, y antes de la implantación generalizada de los autobuses y coches, los tranvías se convirtieron en el medio de locomoción por excelencia. Primero de sangre y luego eléctricos, se hicieron presentes en las localidades más importantes del mundo. Analizamos aquí su implantación en algunas capitales andaluzas.
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