Federico Aznar Fernández-Montesinos
La violencia pertenece a la naturaleza pero su gestión obedece tanto a la cultura como al entorno. No es inútil, sino objeto de racionalidad y cálculo. La ética relaciona fines y medios, su implicación en el uso de la fuerza es crítica. La cuestión es que fenómenos como la guerra, un espacio anormativo y de supervivencia pertenecen a la política que es un plano diferente que lo desborda. La administración de la violencia, cuya legitimidad es lo que define el poder del Estado, encarna múltiples dificultades y paradojas que dependen de la época
Violence is part of nature but its management is due both to the culture and the environment. It is not useless, but the object of rationality and calculation. Ethics relate ends and means, their involvement in the use of force is critical. The point is that phenomena such as war, a survival and no rule space, belongs to politics a different level that overflows ethics. The management of violence, its legitimacy is what defines the power of the State, embodies many difficulties and paradoxes that depend on the age.
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