Jipijapa, Ecuador
Una de las causas más comunes de patología hepática crónica es la enfermedad por hígado graso no alcohólico (NAFLD), se caracteriza por acumulación anormal de triacilglicéridos (TAG) en el tejido hepático debido a un desequilibrio entre la síntesis hepática de TAG y la secreción de VLDL, abarca la esteatosis, esteatohepatitis no alcohólica (NASH), fibrosis y cirrosis hepática. Es un factor de riesgo importante para el desarrollo de resistencia a la insulina, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y las enfermedades cardiovasculares. En 2016 se observó una prevalencia mundial de 25.24% con los índices más altos en Oriente Medio y Sudamérica, se observa en de todas las edades, incluyendo niños, afectando por igual a ambos sexos. La mayoría de los individuos se encuentran asintomáticos o tienen síntomas inespecíficos como: Hepatomegalia, fatiga, Dolor o molestia en el hipocondrio derecho. Casi siempre son diagnosticados en forma incidental en estudio de imagen. Se asocia con dietas de alto contenido calórico, grasas saturadas, carbohidratos refinados. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, con aumento en las concentraciones de alanino-aminotransferasa y aspartato aminotransferasa, ecografía, tomografía computarizada, Resonancia magnética nuclear, elastografía, biopsia del hígado. La dieta, el ejercicio y la pérdida de peso constituyen la base terapéutica. En el presente trabajo queda de manifiesto la fuerte asociación que existe entre el sobrepeso/obesidad con la NAFLD y la necesidad de implementar medidas de prevención y tratamiento del sobrepeso/obesidad en etapas tempranas de la vida para disminuir el riesgo de presentar enfermedad hepática en la edad adulta.
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