Contar con un sector eléctrico fuerte y eficaz es vital para cualquier país. En España, es necesario continuar con el esfuerzo de modernizar la regulación del sector eléctrico, obsoleta e ideologizada, que todo lo contamina. Es imprescindible una reforma del mercado para que tanto los inversores como los consumidores recuperen certidumbre sobre la evolución de los costes de la electricidad. Asimismo, es necesaria una planificación energética, no solo de las renovables, dotada de las herramientas que la hagan efectiva (por ejemplo, las subastas de nueva generación). En definitiva, se debe activar la Operación del Sistema Eléctrico dotada de los instrumentos imprescindibles para que la Transición energética transcurra sin incidentes y con eficiencia.
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