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Resumen de Del juego al deporte profesional

Grisel Terzo

  • En el marco de la asignatura Historias y teorías del juego, de la tecnicatura en Tiempo libre y recreación, perteneciente al Instituto Superior de Tiempo Libre y Recreación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, se presentó el debate -siempre vigente- de si el deporte profesional es (o no) juego. Como parte del intercambio de ideas, la ponencia del filósofo mexicano Francisco Galán Vélez[2] en el ciclo “Tertulias de recreación”, realizada el 06 de abril de 2020[3] y co-organizada por Espíritu Guerrero Editor, Quaderns de animació i educació social y el Instituto Politécnico de Santarém, encendió la mecha que luego continuaría con el Juicio[4] en el ámbito de la cátedra.

    No es la pretensión de esta artículo dilucidar esta incógnita de una única y definitiva vez, sino echar luz del por qué es tan fácil para muchos hacer agua en ese terreno barroso donde se mezclan, difusos, los límites entre una y otra actividad.

    Muchos de los autores que se ocupan del juego señalan que en el pasaje del juego al deporte existe un tránsito, un quiebre, un pase, una grieta, un “algo” que no siempre se desvela a simple vista pero que evidencia lo que “había” y “deja de haber”, “era” y “ya no es”, “sucedía” y “ya no sucede”.

    Es indispensable partir de dos premisas insoslayables. La primera, el deporte está hecho de juego. Así nace y así se desarrolla en su forma más simple; el juego es su materia, su elemento, su esencia y su trama. Pero NO ES juego. La segunda premisa, es que el presente debate debe ser dado en los ámbitos académicos, por fuera del intercambio de quienes son sus actores principales.

    Es muy probable, y casi seguro, que un deportista profesional sienta, crea y asegure que dentro de la cancha, el estadio o la pista está jugando. Está muy bien y hasta es esperable que así lo sienta. Es fundamental para el desarrollo del espectáculo que el espectador sienta y crea que lo que sucede frente a sus ojos, ese “falso juego” que los convoca, es verdadero.

    Es fundamental (y de eso se trata este intento) que profesionales de la recreación, futuros recreólogos, animadores socioculturales, educadores sociales y todos quienes tengan la enorme responsabilidad de trabajar con el juego como materia prima sean capaces de discernir con claridad qué es juego y qué no lo es, hurgando profundamente en las hebras de su entramado.


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