Madrid, España
Para cualquier organismo o incluso para las proteínas más simples, el espacio de genomas posibles es muchísimo mayor que todo lo que haya podido explorar la evolución desde el origen de la vida en la Tierra.
Si las mutaciones aleatorias solo pueden recorrer una parte mínima de las posibilidades biológicas, ¿cómo halla la naturaleza soluciones a problemas adaptativos? ¿Cómo surge la diversidad necesaria para que la selección natural pueda actuar? La respuesta se encuentra en la compleja relación entre secuencias genéticas y fenotipos. Un nuevo marco teórico basado en la teoría de redes está comenzando a revelar la estructura subyacente que permite que la evolución darwinista tenga lugar.
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