Introducción: la incidencia de la obesidad en la edad infantil ha aumentado. Se considera la obesidad como un factor de riesgo independiente para el desarrollo de la enfermedad renal crónica. El objetivo de este estudio fue valorar el grado de alteración de la función renal evaluando los niveles urinarios de NGAL y KIM-1.Material y métodos: el estudio incluyó a 15 adolescentes con obesidad, 26 con sobrepeso y 26 controles sanos. Las edades de los participantes estaban entre los 10 y los 16 años. Los niveles de NGAL y KIM-1 en orina se determinaron mediante un kit ELISA. Se investigó la asociación entre la obesidad y su comorbilidad con la excreción urinaria de NGAL y KIM-1.Resultados: no se encontraron diferencias significativas en la excreción urinaria de NGAL y KIM-1 entre los sujetos con obesidad, los sujetos con sobrepeso y los controles sanos (p = 0,327 y 0,917, respectivamente). En el grupo con sobrepeso y obesidad, los niveles de NGAL en las niñas fueron de 50,39 (30,88-74,22), mientras que en los niños fueron de 26,67 (23,24-45,59) (p = 0,013). Para los sujetos con dislipemia de LDL, el nivel de NGAL fue de 64,12 (30,98-114,32) frente a 39,5 (25,59-56,37) entre los que no la tenían (p = 0,024). Se encontró correlación entre los nivles de insulina, el HOMA-IR y la ratio NGAL/creatinina en el grupo con sobrepeso (r = 0,515; p = 0,008, y r = 0,483; p = 0,014, respectivamente). En el grupo con obesidad no se encontró dicha correlación.Conclusiones: se precisa una duración más prolongada para encontrar alterada la función renal en los niños con exceso de peso. La función renal puede alterase por la dislipemia en el caso de los adolescentes con obesidad. La función renal se afecta más en las adolescentes femeninas. En el artículo se discute la normalización de estos marcadores urinarios con la creatinina en orina.
Aim and background: the incidence of obesity has increased among children, and obesity has been considered an independent risk factor for chronic kidney disease. We aimed to determine the degree of kidney function impairment by evaluating urine neutrophil gelatinase-associated lipocalin (NGAL) and kidney injury molecule-1 (KIM-1) levels.Materials and methods: in total, 15 obese, 26 overweight, and 26 control adolescents aged 10 to 16 years were enrolled into the study. Urine samples were evaluated for NGAL and KIM-1 levels using enzyme-linked immunosorbent assay kits. We investigated the association between obesity and related comorbidities with urinary NGAL and KIM-1 excretion.Results: no significant differences were noted between the obese, overweight, and control groups in urinary NGAL and KIM-1 excretion (p = 0.327 and p = 0.917, respectively). In the obese and overweight groups urinary NGAL levels were 50.39 [30.88-74.22] in females and 26.67 [23.24-45.59] in males (p = 0.013). Also, urinary NGAL levels were increased in obese and overweight adolescents with LDL dyslipidemia at 64.12 [30.98-114.32] as compared to those without LDL dyslipidemia: 39.51 [25.59.56.37] (p = 0.024). Furthermore, a correlation was observed between insulin and homeostasis model assessment of insulin resistance levels with the NGAL/creatinine ratio in the overweight group (r = 0.515; p = 0.008, and r = 0.483; p = 0.014, respectively). Such correlation was not found in the obese group.Conclusion: the effect of obesity on renal function could not be determined in children.A longer exposure may be required for obesity-induced disruption of renal function in children. Renal function may be disrupted by dyslipidemia in obese adolescents. Furthermore, obesity impaired renal function in female adolescents. The normalization of these urinary markers as related to urine creatinine should be discussed.
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