El área vaginal forma parte de los órganos sexuales femeninos responsables de la reproducción humana. El aparato reproductor femenino se compone de dos partes: una interna, con el útero, los ovarios y la vagina, y otra externa, que incluye los labios genitales, el clítoris y el meato de la uretra.
En la práctica clínica, a menudo se utilizan preparados industriales por vía tópica para el tratamiento de patologías que afectan tanto a la zona externa vulvar como la zona interna vaginal, pero no siempre son los más adecuados. La formulación magistral puede jugar un papel esencial y ser especialmente útil en tratamientos dirigidos a afecciones de estas mucosas, al permitir utilizar bases específicas para estas áreas tan sensibles y combinar varios principios activos en una sola forma farmacéutica, facilitando la individualización del tratamiento. Por lo general, mediante esta vía de administración se persiguen efectos locales, y solo en casos excepcionales se utilizan fármacos destinados a ejercer efectos sistémicos, como serían los anovulatorios o cremas se sustitución hormonal.
El presente artículo pretende dar a conocer las características principales de las formas farmacéuticas de uso vaginal y algunos ejemplos de las fórmulas magistrales más ampliamente prescritas para el tratamiento de patologías vulvo-vaginales concretas.
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