1). Para empezar, es un buen interrogante el de Amis. Enunciado de esa manera sucumbimos ante la perplejidad. Sudoración, taquicardia, angustia; y no es el amor, solo es una pregunta por él. Que levante la mano el primer sensato que quiera dar respuesta definitiva. Ya sé que nadie se va a aventurar y supongo que quien lo haga chocará contra un muro impenetrable de concreto. Pero, ¿por qué será que, por su culpa, no dormimos de noche y no comemos de día, como diría Cortázar?
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