Este artículo forma parte de una investigación sobre el anarquismo argentino entre 1915 y 1930. En este caso se intenta comprender algunos de los factores que contribuyeron a la creciente conflictividad interna durante los años 20, teniendo en cuenta que en este período se conformaron dos sectores con identidad propia que reivindicaron para sí el derecho de hablar en nombre del movimiento. Por un lado, la corriente principal representada por la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) y el periódico La Protesta; por otro, los gremios autónomos y una serie de agrupaciones disidentes, con un discurso radicalizado. A partir de la Revolución Rusa y del quiebre del grupo editor de La Protesta en 1915, el periódico La Antorcha se convirtió en el referente de este sector.2 La separación de estos dos sectores ayudó a conformar dos identidades –protestistas y antorchistas– que hacia 1924 se declararon una guerra abierta (LA, 1924, 04-07). Una serie de episodios ayudan a comprender la radicalización del conflicto interno.
A partir del acercamiento casi fotográfico a tres momentos claves en este proceso, este artículo propone pensar algunos de los ejes del conflicto. En primer lugar, lo que los propios anarquistas denominaron el problema de la prensa. En segundo lugar, el atentado en agosto de 1924 a la imprenta del periódico antorchista Pampa Libre, en General Pico, La Pampa. Por último, desde mediados de 1927, la campaña por la liberación de Sacco y Vanzetti y los atentados a bancos norteamericanos como represalia por su ejecución, que desataron una nueva vuelta de tuerca en el conflicto interno.
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