Durante los siglos de la cultura virreinal iberoamericana miles de esqueletos fueron pintados, dibujados, tallados o esculpidos por artistas europeos, mestizos o indígenas, a lo largo de todos los territorios americanos bajo dominio español. La presencia de la Muerte en el arte colonial desde los inicios del siglo xvi hasta los procesos de Independencia fue, por lo tanto, constante, sumándose a las tradiciones fúnebres prehispánicas los modelos funerarios renacentistas y barrocos exportados del Viejo Mundo. El esqueleto, armado con arco y flechas o guadaña, se convirtió en el protagonista indiscutible de catafalcos efímeros, pinturas de postrimerías y árboles vanos, vanitas y jeroglíficos, y de un libro barroco muy especial: "La Portentosa vida de la Muerte".
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados