La Doctrina Social de la Iglesia, es decir, la iluminación evangélica para la acción social de la Iglesia en el mundo, se asienta en un principio intocable:
la vida humana es sagrada. El cuidado de la dignidad de la persona se realiza en el bien común, el de todos y el de cada uno. Esta polaridad, dignidad-bien común, genera de manera permanente los demás principios de la DSI: la libertad-subsidiariedad, la participación, la solidaridad y el destino universal de los bienes
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados