«Cum mansuetudine rigor, cum misericordia iudicium, cum lenitate severitas»: the Sanction in the Penal Canon System

• Autores: Enrica Martinelli
• Localización: Revista crítica de Derecho Canónico Pluriconfesional, ISSN-e 2341-3956, ISSN 2387-1873, Nº. 1, 2014, págs. 169-192
• Idioma: inglés
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• Resumen
  • español

    La comision del delito, la celebración del proceso, y la consiguiente aplicación o declaración de la pena, son los síntomas de la fractura producida dentro de la comunidad eclesial y del trabajo del homo viator para cumplir su destino de redención; el signo de la dificultad de la Iglesia para realizar la plenitud de su vocación divina, ya que de esta manera se ha retardado su camino hacia la salvación. Sin embargo, la pena y el relativo procedimiento para su aplicación se pueden considerar como el intento, extremo y radical, para la reconciliación del autor del comportamiento antijurídico con Dios y con los demás, para recuperar conciencia de su dimension comunitaria y de su destino de salvación. Si, por un lado, no se puede dudar que el sistema regulador de la Iglesia se presente como un verdadero sistema jurídico primordial, que posee el nativum et proprium ius para recurrir a la coercion penal, por otra parte, el dato teológico que es implícito en el orden legal de la Revelación, impide considerar todos los aspectos –y especialmente los aspectos penales– como el resultado de una realidad puramente humana, a la que se aplican las típicas categorías de los derechos laicos. La comprensión de las características que el sistema penal canónico presenta y de la funcion original que éste desarrolla solo puede partir de la cifra absoluta que caracteriza a este orden normativo.

  • English

    The commission of the crime, the trial hearing and the consequent infliction or declaration of the penalty are symptoms of the fracture that has occurred within the ecclesiastical community and of the trouble that the homo viator has in fulfilling his destiny of redemption; a sign that the Church has difficulty in fulfilling its divine vocation completely, since in this way it sees its path towards salvation slowed down. However, the sanction and relative trial for its application can only be considered as an extreme and radical attempt for the reconciliation of the perpetrator of the unlawful behaviour with God and with his brothers, for the conscious recovery of his dimension of communion and his destiny of salvation. If, on one hand, it absolutely cannot be doubted that the legislative system of the Church is presented as an actual primary legal order, worthy of a nativum et proprium ius to resort to penal coercion, on the other hand, the theological element which is implied by the legal order of the Revelation, prevents every aspect of it – and particularly – from being considered as the fruit of a purely human reality to which the actual categories of secular rights can be applied. The understanding of the peculiarities that the canon penal system presents and the individual function that it performs must start from the absolute element that characterises this legislative order