La irrupción de la nueva pandemia nos ha permitido constatar varias cosas. Primero, que ante una situación de incertidumbre máxima, los seres humanos reaccionan intentando cubrir sus necesidades básicas, preservando su supervivencia. Luego, que hay elementos, como el virus que nos atañe, que tienen un comportamiento exponencial y efectos a nivel mundial, con lo que ello implica a nivel económico. También, que hay que aprender a planificar en entornos convulsos y casi impredecibles, y que una misma realidad puede afrontarse de múltiples maneras. Está claro que acabaremos saliendo de esta situación, pero ten-dremos que cambiar muchas prácticas y costumbres para hacer frente a la nueva realidad. ¿Lo aprovechamos para conseguir un mundo mejor?
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