Introducción. Aunque en la práctica clínica no suelen establecerse diferencias en la prevención y el manejo del ictus según el sexo del paciente, algunos trabajos apuntan hacia la existencia de diferencias clínicas relevantes del ictus en la mujer. Pacientes y métodos. Con el objetivo de corroborar y caracterizar estas diferencias en enfermos hospitalizados en nuestro medio, hemos realizado un análisis de los pacientes con ictus o ataque isquémico transitorio, incluidos en la Base de Datos de Ictus de la Sociedad Española de Neurología (BADISEN), desde 1996 a 2001, pertenecientes a ocho hospitales españoles. Se han analizado aspectos sociales, factores de riesgo, características clínicas, datos diagnósticos, situación y derivación al alta de 4.248 pacientes (39%) mujeres. Se realizó un análisis univariante y posteriormente multivariante, mediante regresión logística de las variables que mostraron diferencias significativas (p < 0,2). Resultados. Los resultados de nuestro estudio confirman las diferencias entre sexos del ictus. El ictus en la mujer ocurre más tarde (71 frente a 69 años) en pacientes que suelen vivir solas; la mujer, con mayor frecuencia que en el hombre, presenta: hipertensión arterial (62,8 frente a 51,9%, p < 0,0001), insuficiencia cardíaca (8,0 frente a 4,5%, p < 0,0001) y fibrilación auricular (21,4 frente a 11,3%, p < 0,0001) como factores de riesgo; un origen cardioembólico (22,4 frente a 15,4%, p < 0,0001) en circulación anterior (44,0 frente a 36,1%, p < 0,0001); mayor gravedad (escala canadiense 6,8 frente a 7,5%, p < 0,0001); más complicaciones médicas (40,5 frente a 33,7%, p < 0,0001), mayores secuelas (índice de Barthel 64,2 frente a 72,9%, p < 0,0001) y una mayor tasa de institucionalización, entre otros hechos diferenciales. Conclusión. Por todo ello, debemos plantearnos la prevención y el manejo de los ictus en las mujeres desde la perspectiva de dichas diferencias.
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